Charlene de Mónaco y el Príncipe Alberto son una pareja que se encuentra siempre en el centro de los rumores, que siempre terminan con un mismo resultado: el divorcio. El tiempo pasa, eso no ocurre, pero siempre se cree que es cuestión de tiempo y de que uno de los dos dé el puntapié inicial para romper el matrimonio.
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Esta idea quedó muy asentada desde que la Princesa consorte estuvo recuperándose de su salud en Sudáfrica – y luego en Suiza –, por deseo y orden del Príncipe Alberto, que prefirió que esté lejos de sus hijos y de él para priorizarse a sí misma. De todos modos, con los antecedentes y procedentes de cuando esto ocurrió, fue una maniobra para tenerla lejos y no para cuidarla.
Ahora, recuperada, Charlene de Mónaco ha retomado definitivamente su agenda personal y las que corresponden al Principado del que su esposo es máximo líder. Sin embargo, recientemente se volvió a repetir una ausencia notoria que da a entender que la relación no está del todo bien.
El pasado 14 de marzo, el Príncipe Alberto cumplió 65 años y no se salió del libreto: al mediodía saludó desde el balcón de palacio a su pueblo acompañado de sus herederos, pero sin la presencia de Charlene de Mónaco. ¿Dónde estaba? O bien, ¿qué era más importante que estar junto a él? Son preguntas que todos se hicieron y no hay respuestas claras.
Qué han dicho Charlene de Mónaco y el Príncipe Alberto a los rumores
La ausencia de Charlene de Mónaco de algo como el cumpleaños de su esposo y padre de sus hijos, sumado a que tampoco se registró que lo haya saludado por redes sociales, como en otros años o en una cena familiar. La exnadadora desapareció y dejó en evidencia que el divorcio es el camino más cercano.
Fue el propio príncipe Alberto quien concedió una entrevista en la revista People que confirmaba que todo salió como él esperaba: desayuno en familia y la presencia de sus niños cuando terminaron su día en la escuela. Pero de la foto familiar incompleta, poco y nada, como si la ausencia de Charlene de Mónaco no fuera importante.