En medio de todo el revuelo que ha traído la ausencia de Charlene de Mónaco en las últimas actividades del Príncipe Alberto e incluso en la foto familiar del cumpleaños de su esposo, ahora tiene que lidiar con que se haya conocido que hubo un tiempo donde se relacionó con Corinna Larsen.
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Por el momento no se sabe si la exnadadora pasa por un buen momento tanto personal o de salud, pero sí hay algo que es seguro, y es que sumar más polémicas a su vida no es la mejor idea.
Además de su sonada la ausencia en el balcón del palacio, para dar lugar a la foto familiar en el 65 aniversario de nacimiento del padre de sus hijos, Charlene de Mónaco tampoco viajó a Irlanda, país donde se llevó a cabo la inauguración de la estatua en memoria de su difunta suegra, Grace Kelly, una decisión que llevó a las especulaciones sobre un posible divorcio.
El vínculo que tiene Charlene de Mónaco
Es de público conocimiento que, desde el 2020, el Rey Juan Carlos y Corinna Larsen se enfrentan judicialmente tras la denuncia de la empresaria por supuesto "espionaje". En diciembre, los abogados que representan al emérito consiguieron una victoria parcial, pero aún no se define el caso. Quienes también han tenido que afrontar situaciones con la alemana son Charlene de Mónaco y el Príncipe Alberto.
Corinna Larsen y el Príncipe Alberto mantuvieron un lazo irrompible antes de que este se casara con Charlene de Mónaco. Eso sí, cuando ellas coincidieron no pudieron alejarse una de la otra e incluso la examante de don Juan Carlos tenía un rol importante para el funcionamiento del Principado de Mónaco.
Corinna Larsen y el Príncipe Alberto mantuvieron un lazo irrompible antes de que este se casara con Charlene de Mónaco
La idea inicial del Príncipe Alberto era contar con las virtudes empresariales de Corinna Larsen para atraer inversores multimillonarios. Al poco tiempo se ganó la confianza de Charlene de Mónaco y se convirtió no solo en su asesora institucional, sino que fue su persona de mayor confianza: "Es una amiga fiel", declaró hace un tiempo.
El vínculo entre Charlene de Mónaco y Corinna Larsen no fue muy duradero, ya que, si bien los soberanos ponían las manos en el fuego por ella, el hecho, de su polémica con el Rey Juan Carlos fue razón motivo suficiente cerrarle las puertas del Palacio Principesco de por vida.