Hace unos días se publicó el libro Juventud dorada: una historia íntima de crecer en la familia real, una biografía que recorre distintas revelaciones sobre los miembros de la monarquía británica que, entre otras cosas, expone un llamativo episodio protagonizado por Kate Middleton y el Príncipe Guillermo.
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En las últimas semanas, la Princesa de Gales ha atravesado momentos complicados debido a la presunta infidelidad de su esposo, el Príncipe Guillermo, con Rose Hanbury. Y si bien esta noticia fue silenciada, otras revelaciones siguen estando a la orden del día.
En este caso, se trata de un hecho que aparece narrado en el citado libro y que se relaciona con algo que sucedió durante el noviazgo de Kate Middleton con el heredero al trono. En principio, a la joven siempre se la consideró como una gran candidata para convertirse en reina, aunque la familia necesitaba de un último examen para elegirla como la adecuada.
De ahí, entonces, que Kate tuviera que pasar por una prueba médica que confirmase que era una mujer fértil. “Esto siempre se lleva a cabo para garantizar que una futura reina pueda tener hijos. Si Kate no hubiera sido fértil, no hay duda de que el matrimonio habría fracasado", asegura el autor del libro, Tom Quinn.
Si Kate no hubiera sido fértil, no hay duda de que el matrimonio habría fracasado
Pero Kate Middleton no fue la única que tuvo que pasar por este filtro, sino también la Princesa Diana. Quinn cuenta con el acceso a esta información debido a que fue personal del palacio de Buckingham y señala: “Diana se quejó en un breve encuentro conmigo de que, con toda inocencia, había pensado que sus controles prematrimoniales tenían que ver con la salud general y luego se dio cuenta de que en realidad se había hecho una prueba de fertilidad. 'Era tan inocente que acepté todo en ese momento', dijo”.
Los príncipes puertas adentro
A su vez, el libro describe cómo se llevan Kate y William dentro de su hogar. “No todo es dulzura. Tienen terribles peleas en las que se arrojan cosas. Kate puede parecer una persona muy tranquila, al igual que Guillermo, pero no siempre es cierto. Aún así, ella es una apaciguadora instintiva y él siempre cede".
Cuando no discuten, cuenta el biógrafo, se convierten en un matrimonio agradable y romántico. De hecho, se han inventado apodos: “Kate Middleton se refiere a Guillermo como 'bebé', mientras que él la llama duquesa de Doolittle”.