Lo que el mundo del fútbol rezaba para que no sucediera nunca, finalmente ocurrió. Se nos fue el astro brasileño Pelé. Edson Arantes do Nascimento murió este jueves 29 de diciembre producto de un cáncer de colon, en el Hospital Albert Einstein, donde había ingresado exactamente hace un mes atrás, el pasado 29 de noviembre.
Un impacto mundial, una noticia que marca una bisagra en la historia. La sentencia que varias veces se escribió, pero había sido gambeteada por el destino ahora es parte de la triste realidad. Noviembre había sido difícil desde principios de mes para La Perla Negra, y si bien durante los primeros días los especialistas hablaron de una estabilidad de su salud, en las últimas horas sufrió un marcado deterioro.
Las precisiones que se brindaron, horas previas, informaban que Pelé presentaba una “progresión” de la enfermedad que enfrentaba y aclaraba que estaba recibiendo cuidados para “disfunciones renal y cardíaca”. Ante este complicado cuadro, su esposa y sus hijos, no se apartaron de él. Incluso, sus herederos que viven fuera del país decidieron regresar a Brasil para estar cerca del hombre que cambió el fútbol.
Pelé presentaba una 'progresión' de la enfermedad
Durante esta última internación, que se llevó a cabo hace tres semanas, el primer parte médico de Pelé advirtió que debía realizarse una “reevaluación del tratamiento de quimioterapia para el tumor colónico identificado en septiembre de 2021". Luego informaron que estaba en “pleno control de sus funciones vitales”.
Días más tarde, en una publicación desde su cuenta de Instagram, 'O Rei' agradeció un homenaje que se le realizó en Qatar durante el Mundial. Tras conocerse la noticia de su nuevo ingreso, tanto los futbolistas de la selección brasileña como los fanáticos expresaron sus mensajes de amor durante algunos encuentros de la Copa del Mundo.
Lo que era un día más se transformó en el día más singular de la historia del fútbol mundial. Falleció Pelé, el delantero que más veces se consagró campeón del mundo con la Selección brasileña en 1958, 1962 y 1970. Anotó un total de 12 goles en Mundiales y representó a un país no sólo en la cancha sino también fuera de ella, en donde se mostró siempre auténtico, con sus virtudes y sus defectos, pero siendo siempre él.