Ana María Aldón ha tenido meses para el olvido cuando el verano comenzó patas para arriba con tantas peleas por culpa de José Ortega Cano y Gloria Camila. No hubo día que no existiera una polémica dentro de la vivienda en la que convivieron y todo llevó al cansancio.
La diseñadora cumplió 45 años el pasado 19 de noviembre y todo el fin de semana se habló de ella y si el torero se dignó a saludarla o enviarle algún obsequio luego de 4 años como esposos. Ella misma confesó el día lunes a la prensa que sí, asintiendo con la cabeza pero sin decir palabra alguna, mientras salía de su casa.
Aún los papeles del divorcio no se han firmado y Ana María Aldón comienza a desesperarse con los tiempos que se está tomando su todavía esposo y hasta en pleno clima de festejo por los 45 años de quien fuera su pareja por 10 años, arrojó que no pensaba saludarla, "no lo veo bien porque nos vamos a separar y eso ahora mismo no encaja" y generó la tristeza de ella.
Ya piensa en lo mejor para ella
Ana María Aldón sólo quiere que el trámite legal por el divorcio finalice de una vez por todas, pero sabe con mucha lógica que todo tiene que ser con la mayor paciencia y paz posible, por su hijo. A Gtresonline les comentó que "la cabeza tiene que estar bien. Es el motor del cuerpo y de la vida",
La cabeza tiene que estar bien. Es el motor del cuerpo y de la vida
Sabe que cada persona necesita de su tiempo para pensar y analizar y también es consciente de que el niño, también es hijo de José Ortega Cano por lo que "no le va a quitar el pan de su boca y tiene que ser con las mismas condiciones que tiene actualmente. No hay ningún cambio porque sigue siendo su hijo y el mío. Nada más".
Para cerrar, Ana María Aldón comentó que solo busca lo mejor para ambos, y que el futuro sea lo que dios quiera, "pero que todo sea por el bien del niño".