Cuando Yolanda Benet escuchó a Pablo Milanés cantarle: "Esto no puede ser no más que una canción / Quisiera fuera una declaración de amor / Romántica sin reparar en formas tales / Que ponga un freno a lo que siento ahora a raudales", no tenía el mejor de sus días.
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No lograba hacer dormir a Lynn, la bebé que había tenido con el cantante y estaba extenuada. Pero cuando finalmente pudo prestar atención a la letra de la canción Yolanda, se emocionó.
Yolanda Benet había conocido a Pablo Milanés luego de que él abandonara el cuarteto Los Bucaneros y cuando recién estaba haciéndose un nombre. Eran los tiempos del acercamiento del artista en la canción política, luego del Primer Encuentro Internacional de la Canción de la Protesta, realizado en la localidad cubana de Varadero, en 1967.
La musa que inspiraría semejante declaración de amor había nacido en Cienfuegos y tenía abuelos franceses. Ni bien llega a La Habana, Yolanda Benet comenzó a trabajar en el Instituto Cubano del Arte e Industrias Cinematográficas. Gracias a ese trabajo conoció a Pablo Milanés, ya que ambos participaron en un documental, ella como asistente, él como compositor de algunos temas.
Pablo Milanés venía de una relación anterior de 9 años y se enamoró perdidamente de Yolanda Benet. Estuvieron juntos entre el 69 y el 73 y tuvieron tres hijas: Lynn y las mellizas Liam y Suylén (fallecida el pasado enero a los 50 años, a causa de un accidente cerebro vascular).
Amor transformado en amistad
A pesar del tiempo que han llevado separados, Yolanda Benet y Pablo Milanés no sólo conservaban el contacto, sino que habían logrado forjar un gran vínculo de amistad, de esos que sólo pueden tener las personas que se aman de verdad.
Estuvieron juntos entre el 69 y el 73 y tuvieron tres hijas: Lynn y las mellizas Liam y Suylén
¿Qué pensaba Yolanda Benet sobre ese verdadero himno al amor que lleva su nombre? "Yo fui esa muchacha de la que él se enamoró, pero podría haber sido otra, no creo que tenga ningún mérito personal; el talento, por supuesto, es de él".
Escrita a comienzos de 1970, 10 días después de tener a su primera hija, la canción recién fue lanzada en el 82, como parte del álbum Yo me quedo. Y posiblemente sea una de las canciones más escuchadas del gran Pablo Milanés que nos dejó físicamente esta semana luego de ver deteriorada su salud por un cáncer.