“MARCA la Diferencia” tuvo como protagonista a, Almudena Cid, en su segundo programa. La exgimnasta, que se retiró a los 28 años siendo la única veterana en la élite, ha incursionado en distintos ámbitos tras su etapa deportiva, por lo que se sometió a un divertido test que nos muestra su faceta desconocida.
La actriz española, comenzó la entrevista confesando que en su niñez soñaba con ser cajera de supermercado y que amaba educación física porque podía disfrutar del patio de su escuela. Así mismo, Almudena Cid comentó que sus amigos la llamaban Boomer, como los chicles, porque es muy elástica y aseguró que no podía copiarse en los exámenes porque se sentía fatal.
No obstante, la esposa de Christian Gálvez, recordó la travesura por la que sus padres más la regañaron: “Mi hermano me tiró una piedra en la cara, me rompió el labio y entraba y salía todo el rato al bar donde mis padres estaban tomando un mosto y cuando me vieron que lo hacía para limpiarme la sangre me echaron una bronca”.
Además, Almudena Cid reconoció que en su cuarto tenía una foto de Fernando Martín en bañador porque a su madre le encantaba y que se iría de cañas con Djokovic, “porque está zumbado”.
A su vez, Almudena Cid garantiza que durante su carrera no era supersticiosa: “No era nada supersticiosa, pero la gente me daba amuletos porque ellos se sentían súper seguros dándomelos y entonces cargaba con los amuletos de los demás”.
No era supersticiosa, pero cargaba con los amuletos de los demás
En este marco, la atleta habló de sus series favoritas: “'The Split', es tremenda, brutal, hay divorcios ¡muchos divorcios! También 'El cuento de la criada', 'Sucession'. Soy muy seriófila.” Y rememoro su participación en un reality de patinaje sobre hielo: “Aprendí a patinar y me encantó. Es uno de mis deportes frustrados porque en el colegio cuando todos iban a patinar yo no podía porque estaba entrenando y me podía lesionar. Entonces hice un programa de patinaje sobre hielo y lo gané”.
Una vida de sueños
La deportista, fanática de la tortilla de patata con miel, volvería a Japón: “Las papelerías de Japón me vuelven loca. El síndrome de Stendhal lo he experimentado en una papelería con el hilo de música. Yo sería feliz en una papelería”, afirmó.
“Todo lo mío de gimnasia lo tiene mi madre. Yo sólo tengo el maillot con el que me retiré, en un busto, que de vez en cuando lo miro y la tela está súper desgastada y dada de sí. Es lo único que conservo de mi carrera deportiva”, respondió la acróbata en referencia a sus recuerdos olímpicos.
Todo lo tiene mi madre, yo sólo tengo el maillot con el que me retiré
Finalmente, Almudena Cid concluyó la nota poniéndose en el lugar de un presidente de Gobierno y sus decisiones: “Seguiría potenciando que la cultura y el deporte llegue a la gente más desfavorecida porque con la cultura evolucionamos. Yo creo que el Ministerio de Deporte y Cultura estén en el mismo ministerio me parece muy lógico y muy acertado. Me involucraría en potenciar el deporte y la cultura en los más jóvenes”.