Había mucha expectativa en torno al estreno de Harry y Meghan, el documental de Netflix en el que el Príncipe Harry y Meghan Markle cuentan su versión de todo lo ocurrido desde que comenzaron su relación en el 2016 hasta el día de su casamiento, en mayo del 2018, hasta que decidieron renunciar a todos los títulos nobiliarios y comenzar una vida nueva como “gente normal”.
En el documental, cuyos tres primeros capítulos se lanzaron este 8 de diciembre, el Príncipe Harry cuenta todas las crueldades que debió soportar Meghan Markle y cómo la situación empeoró cuando se casó con la protagonista de La clave del éxito (Suits, en inglés). Incluso, confiesa que se sentía aterrorizado porque no quería volver a vivir la tragedia de su madre, la princesa Diana, quien murió en un accidente de tráfico durante una persecución de paparazzis cuando él era sólo un niño.
Pero el asedio de los tabloides británicos no era lo único que preocupaba a Enrique de Sussex, sino también los mensajes racistas que debía soportar Meghan Markle por ser “raza mixta” y que provenían, incluso, desde el núcleo de su familia. Tras cumplir con todas las obligaciones que demanda la agenda de la realeza, la pareja dio el portazo y se marchó lejos de los castillos y protocolos.
En el medio, el Príncipe Harry y Meghan Markle decidieron casarse y en la previa pasaron muchas cosas. La propia actriz relata con dolor que vivió dos situaciones muy dolorosas a horas de la boda en la capilla de San Jorge del Castillo de Windor: una fue ausencia en la ceremonia de alguien muy especial para ella y, la otra, la traición de su padre.
Tras divorciarse de la madre de Meghan Markle, Thomas Markle, rehízo su vida con otra mujer. Por su parte la exduquesa de Sussex, vivió con su madre hasta independizarse y si bien nunca tuvo relación con sus medias hermanas, sí construyó un vínculo muy especial con su sobrina, Ashleigh Hale. Ambas compartieron buenos momentos juntas e incluso, se fueron de vacaciones en más de una ocasión. Sin embargo, no pudo estar presente en el momento más importante de la vida de su tía.
Es que la madre de Ashleigh Hale, Samantha Markle, recibió dinero de tabloides británicos para contar historias sobre la esposa del Príncipe Harry, anécdotas que nunca existieron ya que, según Meghan Markle, nunca mantuvieron comunicación ni mucho menos una relación fraternal. No obstante, la Oficina de Comunicaciones de Windsor recomendó a la actriz no invitar a su sobrina a la celebración. “¿Cómo explicas que tu media hermana no ha sido invitada a tu boda, pero sí su hija?”, dice Meg en el documental expresando el dolor que le causó la situación.
Pero si hablamos de recibir dinero a cambio de una historia, el padre de Meghan Markle se ha llevado el primer premio: su hija se enteró que vendió fotos montadas, falsas, a medios ingleses a cambio de una generosa suma. Por si fuera poco, cuando la esposa del Príncipe Harry quiso corroborar si estas acusaciones eran ciertas o no, Thomas Markle, decidió no atenderle el teléfono.
“No tenía tiempo para contestar ninguna de mis 20 llamadas, pero sí para hablar por TMZ”, dice Meghan Markle claramente afectada por el comportamiento de su padre. Luego, remata: “Me enteré por un tabloide que mi padre no vendría a mi boda”, dijo la actriz quien aclaró que no habla con Thomas Markle desde pocos días antes de su casamiento con el Príncipe Harry, en el 2018. Los tres capítulos restantes de la serie se estrenan el próximo 15 de diciembre.