Si bien, ya no tiene relación con la mayor parte de su familia, Kiko Rivera ha tocado el corazón del clan Pantoja al abrir el baúl de los recuerdos. El hijo de Isabel Pantoja con quien ni se habla, ha compartido en su cuenta de Instagram una foto de su padre, Francisco Rivera, junto a su tío, Bernardo Pantoja. Quizás el distanciamiento en esta época navideña le ha sorprendido con un ataque de nostalgia.
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Kiko Rivera no pudo conocer a su padre, el torero Francisco Rivera, conocido como 'Paquirri', ya que murió cuando el músico tenía tan sólo 9 meses. Sí pudo compartir tiempo con su tío, Bernardo Pantoja, quien falleció el pasado 25 de noviembre. El DJ ha estado anhelando tiempos pasados y así lo ha demostrado en sus redes sociales.
Siempre fue muy apegado a su familia. Sin embargo, Kiko Rivera lleva ya un tiempo sin hablarse con su madre, Isabel Pantoja, ni tampoco se dirige la palabra con su hermana, Isa. Lo único que ha podido recomponer el sevillano es el vínculo con su prima Anabel Pantoja y así, pasa sus días enfocado en su esposa, Irene Rosales y en sus tres hijos de 10, 7 y 5 años.
Pero la Navidad se acerca y puede ser que esto haya puesto nostálgico a Kiko Rivera quien, en la foto que sacó del álbum de los recuerdos y en la que aparecen Francisco Rivera y Bernardo Pantoja riendo, durante una reunión familiar en Cantora, ha escrito: “Estoy seguro que en el cielo seguís con esta sonrisa. Papa, tito. Simplemente os echo de menos”.
Simplemente os echo de menos
Kiko Rivera, de batalla en batalla
La vida de Kiko Rivera no ha sido del todo fácil, ha tenido que enfrentar crecer sin su padre y luego pelear contra varias afecciones de su salud: hace años que sufre ataques de gota, tiene diabetes y batalla casi de manera constante contra sus malos hábitos. Por si fuera poco, en el pasado octubre, tuvo un accidente cerebrovascular o ictus y hace poco, el hijo de Paquirri ha revelado que padece de una fascitis en su pie izquierdo.
A tal punto llegó la frustración en medio de tantas batallas libradas al mismo tiempo, que el propio Kiko Rivera relató así la que acaba de descubrir: “Mirad cómo tengo el pie, con una fascitis plantar del ca*rajo. Tengo el pie como un mollete de Antequera. Me han mandado las plantillas, que ya las tengo puestas, y están haciendo su trabajo, pero me duele tela. Soy un pingüino andando ahora mismo. En cuanto se me quite, volveré a caminar y a caminar como Forrest Gump", escribió en aquella ocasión.
Ahora, resta ver si, desde el cielo, Francisco Rivera y su tío le ayudan a encontrar paz y, por qué no, a acercarse nuevamente a su madre y a su hermana. Quién sabe, se dice que es en la época navideña donde ocurren los milagros y, claramente, Kiko Rivera ha pedido un deseo.