Hace 3 años el Rey Juan Carlos partía a su exilio dorado en Abu Dabi para evitar que sus problemas judiciales siguieran dañando a la monarquía. En todo este tiempo, apenas si regresó una vez a España, en un viaje cargado de polémicas.
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La realidad es que, según señalan los rumores, su ida a Abu Dabi no fue decisión del Emérito sino imposición del Rey Felipe. Es que, aunque se suponía que al abdicar el Rey Juan Carlos saldría del foco mediático, no sólo no sucedió eso, sino que tanto sus problemas de alcoba como sus irregularidades financieras hasta han ameritado ser temas de docuseries.
Y como si fuera poco, su examiga especial, Corinna Larsen, ha decidido dinamitar los pocos puentes que quedaban entre ellos y contar en un podcast los años pasados junto al Rey Juan Carlos. Así, nos hemos enterado que ella consideraba al exmonarca su marido, que le había pedido matrimonio y que los fines de semana se los pasaba con ella en La Angorilla, muy cerca de Zarzuela.
Por eso, para limpiar un poco su desgastada imagen, el Rey Juan Carlos decidió poner en orden sus asuntos de impuestos en el país, y así fue que muy a regañadientes, finalmente admitió que se había olvidado de declarar algún que otro regalo de empresarios que le costearon gastos personales (por ejemplo, las cacerías). Esta admisión implicó también aceptar una sanción de parte de Hacienda.
Ya hace un tiempo, había realizado regularizaciones voluntarias con la Agencia Tributaria, por lo que si sumamos la nueva sanción estamos hablando de cinco millones de euros. De este modo, el Rey Juan Carlos evitó ser acusado de varios delitos fiscales.
El Rey Juan Carlos decidió poner en orden sus asuntos de impuestos en el país
Un pronóstico pesimista
Pero, más allá de los esfuerzos que parece hacer el Rey Juan Carlos para sostener la monarquía, según ha señalado Pilar Eyre, el exsobreano no es muy optimista en cuanto al futuro de la institución de la que todavía forma parte, aunque ya no desde el lugar de decisión.
La periodista ha contado que hace unos días, el Rey Juan Carlos le confesaba a un amigo que para él "a la monarquía le quedan 10 años más". Lo que no se sabe es si el exmonarca hace algún mea culpa por lo sucedido o continúa en su papel de víctima de las decisiones de su hijo, el Rey Felipe.