Para aquellos que estén al tanto de su situación, sabrán que el contexto de Ana Obregón no es para nada alentador. Como si la pérdida de su hijo y de su madre no fueran ya suficientes, la presentadora, de 67 años, sufrió recientemente el fallecimiento de su padre, Antonio García Fernández.
Lejos de bajar los brazos, la actriz madrileña es consciente de que su mayor meta es poder cumplir todos los sueños que en algún momento le prometió a sus progenitores y, por ello, sigue trabajando con ese objetivo. Además, Ana Obregón ha encontrado en su profesión un lugar seguro para refugiarse, al punto, incluso, de ser obligada a irse de España.
La información, una vez que se dio a conocer, sorprendió a propios y extraños, sobre todo al enterarse de que el nuevo proyecto personal de Ana tiene como destino Roma: “Aunque sea para trabajar, venir a Roma significa una mirada diferente para mis ojos de luto, una tímida pausa en el dolor que siempre me dejáis compartir con vosotros”.
Una mirada diferente para mis ojos de luto
Sin duda, la modelo intentará mantener su cabeza ocupada en todo momento y, de esa forma, evitar los malos pensamientos. Sin embargo, por el momento, aún no se sabe si Obregón está llevando a cabo consultas con algún psicólogo, pero si era algo que tenía en mente hacer en el futuro cercano por su salud mental.
Ana Obregón atraviesa el peor momento de su vida
Con el objetivo de poder abrirse emocionalmente, Ana Obregón asistió al programa de Bertín Osborne en Canal Sur. Entre todas las cosas a las cuales se refirió, la talentosa guionista habló de lo duros que han sido estos últimos meses para ella: "Es increíble cómo el dolor puede unir a las personas. Está (Aless) siempre conmigo. Por las mañanas me da los buenos días y yo a él y siempre hacemos una referencia a nuestro hijo”.
De hecho, Ana quiso despejar los rumores que en cierto punto se generaron con respecto a su relación con su expareja: “Yo nunca quise separarle de mi hijo, aunque ya no estuviésemos juntos. Para Aless nosotros no solo éramos sus padres, éramos sus mejores amigos”.