Durante muchos años, las vacaciones de la Infanta Cristina con su familia eran prácticamente iguales. Pasaba unos días en Vitoria y luego se trasladaban a la localidad francesa de Bidart, donde se encuentra la casa de Claire Liebaert, la madre de Iñaki Urdangarin.
Este año claramente será distinto. Porque si bien de hecho la Infanta Cristina y el ex duque de Palma llevaban distanciados bastante tiempo, es el primer verano que la hermana del Rey Felipe estará oficialmente separada.
Un encuentro muy especial
De hecho, tan distinto es este verano para la Infanta Cristina que volvió a Mallorca, luego de 9 años de “veto” (desde que estalló el escándalo de corrupción en el que estuvo involucrado Iñaki Urdangarin). Y hasta se supo que se cruzó con el Rey Felipe, aunque no quedó registro fotográfico del momento.
¿Qué pasará el resto del verano? Por un lado,la Infanta Cristina piensa visitar a su exsuegra, como era costumbre cuando estaba casada. Es que las dos mujeres se llevan muy bien y la Infanta Cristina no veía motivo para no pasar unos días por allí.
"Cristina tiene previsto pasar en Bidart dos o tres días como mucho, algo muy exprés”
Eso sí, ha tenido que ajustar las fechas para no cruzarse con Iñaki Urdangarin. El ya pasó por allí hace un par de semanas junto con su novia, Ainhoa Armentia, pero tiene pensado volver luego de regresar de Estados Unidos, donde asistirá al casamiento de un sobrino.
Según una fuente cercana a la Infanta Cristina, "está todo cuadrado para que se vaya uno y llegue el otro, ya que Cristina tiene previsto pasar en Bidart dos o tres días como mucho, algo muy exprés”.
Vacaciones bien distribuidas
Es que la Infanta Cristina quiere reservarse unos días de sus vacaciones para viajar a Abu Dabi, junto con su hermana, y visitar al Rey Juan Carlos.
El emérito no la está pasando demasiado bien allí. Se queja del calor y la humedad y hubiera querido pasar esta época del año en España. Pero, ya se sabe, el Rey Felipe lo ha conminado a que, si vuelve, deberá cumplir determinadas condiciones.
No sólo evitar que se haga un show de su viaje como pasó cuando estuvo a principios de junio, sino también pedir disculpas públicas por los hechos por los que se lo ha investigado. Y el Rey Juan Carlos no piensa cumplir ni lo uno ni lo otro.
Por eso, no quedará más remedio que sean sus hijas las que vayan a verle a su casa de Abu Dabi.