Lourdes Ornelas guarda un desconcertante silencio ante las últimas noticias que hacen temer por la salud de su hijo Camilo Blanes, Camilín.
El estado de salud del joven, que ha vuelto a ser ingresado en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid es un misterio y ella se niega a comunicar las novedades que todos intentan conocer.
Su vida transcurre entre su piso en el centro de Madrid y sus visitas al chalet de Torrelodones donde reside su hijo desde el fallecimiento de su padre, Camilo Sesto.
La semana última recibió una nueva llamada de alerta que decía: "Camilín se encuentra muy mal y se niega a acudir al hospital". En la vivienda, los médicos del SUMMA trataban de estabilizarle sin éxito. Después, en una escena casi cinematográfica, un helicóptero medicalizado aterrizaba en el jardín de la finca donde vive en total hermetismo.
La respuesta contundente
La periodista Nuria Chavero, informó que los facultativos que le atendieron, aseguraron que su estado era crítico y que todo apuntaba a un infarto cerebral. Sorprendió que, a pesar la alarma inicial y de las especulaciones de las primeras horas, su madre, Lourdes Ornelas, no respondiera a los numerosos periodistas que intentaban conocer la evolución de su estado.
"Yo no hago catarsis en televisión, no soy de esas. He decidido no volver a hablar de nada referente a mi hijo, ni a mí, ni a nadie"
Días después, en declaraciones a Marina Esnal en La Razón, dijo: "No es para tanto y él está bien, de verdad".
Tras la insistencia de los medios, días más tarde tuvo esta respuesta: "Yo no hago catarsis en televisión, no soy de esas. He decidido no volver a hablar de nada referente a mi hijo, ni a mí, ni a nadie. No tengo necesidad. No quiero ser grosera pero voy a colgar. Estoy en el autobús y me tengo que bajar".