No cabe ninguna duda que Lydia Lozano realmente tiene una carrera profesional más que envidiable; se ha destacado como periodista de la prensa rosa, especialmente desde que está en “Sálvame” desde el año 2009.
Aun así, poco sabemos sobre la vida privada de la colaboradora televisiva, y en una entrevista exclusiva (que dio al plató del que forma parte) la periodista ha contado todo.
“Siempre cuento la anécdota de que cuando empecé en Tómbola, mi hermano le pidió la prueba de ADN a mi madre”.
La periodista detesta hablar sobre su vida privada, pero ha hecho un gran esfuerzo por hablar de los momentos más dolorosos y más alegres de su vida.
“De mi padre heredé el sentido del humor, era muy brillante, era muy británico. Le encantaba tener la casa llena de gente y eso era tan divertido, era una burbuja de risas”, comenzó contando Lydia Lozano, adentrándose en su círculo familiar.
“Siempre cuento la anécdota de que cuando empecé en Tómbola, mi hermano le pidió la prueba de ADN a mi madre”, confesó divertida la colaboradora televisiva, aunque las risas duraron poco.
Recordemos que Lydia Lozano tuvo que sufrir la muerte de su hermano, al comienzo de la pandemia de coronavirus, por esta misma enfermedad.
Además, la reportera de la prensa rosa agregó que ‘su madre lo lleva como puede’, y así mismo Lydia Lozano. “Con 93 años es muy difícil la pérdida de un hijo, pero sobre todo siempre la estamos animando, pero es muy difícil, pero sobre todo porque fueron 45 días sin verle”, expresó la periodista de la prensa rosa.
Por otro lado, lo cierto es que en estos momentos difíciles la colaboradora de “Sálvame” siempre tuvo a su gran apoyo, Charly, su esposo.
Lydia Lozano y Charly son una pareja más que estable, y son la envidia de todos los miembros del plató. El famoso arquitecto siempre está cuando la periodista lo necesita y refuerza que ‘es su mejor amigo’.
“Es un hombre que es mi mejor amigo, mi amante, mi marido, pero sobre todo mi mejor amigo y esa confianza no la tiene todo el mundo”, confesó la reportera de la prensa rosa, con la mirada llena de entusiasmo.