Hace menos de un mes que se supo del final de la relación de Mario Vargas Llosa con Isabel Preysler y, a pesar de que siempre ha tenido reporteros en la puerta de su casa que le han consultado sobre la situación, el escritor no ha dicho ni media palabra al respecto.
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Bueno, en realidad, lo único que ha contado ha sido confirmar la separación de la socialité y negar que los motivos fuesen los que se comentaban, sus celos infundados, pero sin agregar los que, según él, fueron los verdaderos motivos. Aunque, a la luz de algunos datos que están circulando en las últimas horas, lo que parecería no ser cierto es eso de “infundados”.
Es que, según la prensa rosa, Isabel Preysler ya tendría una nueva ilusión o, mejor dicho, dos. Se ha hablado de un empresario sevillano, bastante más joven que ella y a quien el novelista también conoce, y de otro empresario, esta vez prácticamente de la misma edad de la ‘reina de corazones’, con quien se habría visto varias veces fuera de España antes de la sonada portada de ¡Hola! del 28 de diciembre.
Isabel Preysler ya tendría una nueva ilusión o, mejor dicho, dos
Pero hasta ahora, ni esos rumores han quebrado la posición de Mario Vargas Llosa de no emitir palabra al respecto. Algo que ha refrendado recientemente su hijo Álvaro: “No la va a hacer y no la ha hecho tampoco, se la han atribuido, pero no la ha hecho. Por eso es importante que ustedes respeten eso, porque él no las ha hecho. Si las hubiera hecho entendería que ustedes quisieran preguntar y ahondar más en lo que ha dicho, pero no ha dicho una palabra”.
Isabel Preysler tampoco ha dicho mucho sobre el tema. Más allá de lo escueta de la declaración con la que ponía punto y final a la historia con Mario Vargas Llosa, hace unos días trató de dejar clara su postura diciendo “lo único que quiero es estar tranquila una temporada larga o el resto de mi vida con mis nietos, que es lo único que me divierte de verdad”.
Ni esos rumores han quebrado la posición de Mario Vargas Llosa de no emitir palabra al respecto
Mil rumores
Pero ni la 'reina del papel couché' ni el Premio Nobel han podido evitar los dichos que se tejen alrededor de la ruptura. Al partir del entorno de uno u otro cada especulación tiene un sesgo particular pero la que parece ser más “verdadera” tiene que ver con cierto tema de celos de parte de Mario Vargas Llosa. Incluso hay especialistas que señalan que a esa edad los celos no necesariamente son de pareja sino de que no se le preste la atención que demanda.
En ese sentido, la vida de Isabel Preysler tiene tantas actividades sociales que poco tiene que ver con lo contemplativo. Y por eso en muchas ocasiones Mario Vargas Llosa, enfadado por la situación, habría dado un portazo y se habría marchado unos días. La diferencia es que en la última oportunidad la aristócrata sintió que ya no iba a tolerar más que eso sucediera y decidió ponerle fin a su romance.