Desde hace horas que todas las Familias Reales se encuentran de luto luego del fallecimiento de Constantino de Grecia a sus 82 años, víctima de un ictus (Accidente Cerebrovascular). El Rey Juan Carlos se vio obligado a dejar su paz y tranquilidad en Abu Dabi y viajar de inmediato para su funeral como así también lo hicieron la Reina Sofía, su hijo y su nuera.
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La llegada a la Catedral Metropolitana de Atenas del Rey emérito se dio acompañado de la Reina Sofía y se mostró muy cercano a ella en este triste momento por la muerte de su hermano. Atrás de ambos, asomaban las caras de sus hijas y sus nietos, aunque la presencia del Rey Felipe y la Reina Letizia se hizo esperar.
El paso del tiempo es para todos, aunque muchas veces hay quienes lo sufren con mayor rapidez. Así parece ser el caso del Rey Juan Carlos quien a sus 85 años ya requiere de ayuda para poder caminar y esto quedó ante los ojos de todos cuando dieron el presente en el funeral el día lunes 16 de enero para decir el último adiós al Rey Constantino.
La Reina emérita siempre se mantuvo a su lado en la larga caminata apenas se bajaron del coche que los llevó hasta allí, mientras él, se trasladaba con la ayuda de un bastón en su mano derecha y la asistencia de un hombre a su izquierda. El Rey Juan Carlos de esta manera dejó entrever que su movilidad está bastante afectada con el paso del tiempo y luego de algunas visitas por el hospital.
Preocupa una imagen desmejorada
Si bien es cierto que la imagen del Rey Juan Carlos preocuparía a cualquier persona que le viese, es normal por su edad y por todo lo que ha tenido que pasar, como enfermedades y problemas de salud previos. Otra realidad también es que desde que se fue de España, fueron pocos los avistamientos que se han tenido del padre del Rey Felipe.
Desde El Periódico confirmaron que el Rey Juan Carlos ya ha pasado por diferentes dificultades en su vida, como por ejemplo un carcinoma, problemas con la cadera, problemas en el corazón y hasta un nódulo en el pulmón. Ahora se presentó esta dificultad para caminar sin ayuda de un bastón o un hombre a su lado, pero lo cierto es que es el paso del tiempo y ante esto, poco queda por hacer.