Rocío Flores y toda su familia llevan meses pasando agrios momentos. Tanto que no hace falta recordar por qué a diario una nueva problemática se les avecina generando aún más oscuridad en sus vidas. Más de una de estas situaciones han sido abordadas por Rocío Carrasco en su docuserie.
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La hija de Rociíto y Antonio David Flores tiene que lidiar, por ejemplo, con la no tan lejana ruptura entre su padre y Olga Moreno, con quien tuvo que romper casi todos los lazos que la unían por su nuevo romance con Agustín Etienne, que cabe aclarar, era representante de Rocío Flores, lo cual también le dio dolores de cabezas.
Otras de las asperezas con las que debe vivir Rocío Flores es la actualidad de su hermano, David Flores Carrasco, quien es objeto de debates entre Rocío Carrasco y Antonio David, para ver quien tiene la protestad legal para llevarlo a su hogar, incluso teniendo 24 años. La modelo tiene que ver como su hermano menor padece esto.
Estas y más causas le han hecho a la nieta de Rocío Jurado llamarse al silencio y buscar estar a las sombras de los encuentros mediáticos para no salir lastimada una vez más. Sumado a su estado de víctima de lo que pasa en su familia, Rocío Flores tiene un fuerte carácter que podría jugarle una mala pasada.
Rocío Flores sabe que se ha equivocado en un millón de cosas, pero así y todo hay algo que nadie puede negar cuando se habla de ella o de su entorno: adora a su familia y hace todo lo posible para demostrarlo en cada momento, tanto en privado como públicamente.
Si bien Rocío Flores tiene su vida armada junto a Manuel Bedmar, su pareja hace más de siete años, por mucho que las cosas se compliquen en su familia y lo mucho que guarde silencio estableciendo un estado neutral, siempre estará para ellos, sobre todo para su hermano que es su principal debilidad.