Tras varios meses ausente del foco mediático, Edmundo Arrocet ha sido captado por el equipo de Sálvame. A Bigote se le vio a la salida de una obra de teatro, pero la sorpresa llegaba por los lugares que visitaba luego. Se trata de dos locales de recreación donde pasó más de una hora en cada uno, divirtiéndose.
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Esto ocurrió el pasado miércoles 18 de enero. Entonces, un equipo de investigación de Sálvame cuyo objetivo era conocer la nueva vida del humorista sudamericano, lo captó cuando salía de una obra de teatro. Sonriente, se hacía fotos con los fans, hablaba con un amigo y hasta aquí todo normal, luego se marchó.
La vida oculta de Bigote
Los locales visitados por Edmundo Arrocet fueron dos. Al primero llegó a las 22. Se trataba de un tipo de sala con máquinas para escuchar música. Se le veía sentado en un cómodo sofá cenando un bocadillo frente a una de esas rockolas llena de luz y color.
Lo maravilloso fue que el comediante se mostraba tranquilo y concentrado, ajeno a la posibilidad de que alguien lo reconociera. Sin embargo, los detectives de Sálvame no estaban igual y el tiempo les pasaba lento. Casi una hora tuvieron que esperar para verlo salir a otro destino.
Se mostraba tranquilo y concentrado, ajeno a la posibilidad de que alguien lo reconociera
Edmundo Arrocet se encaminaba hacia otro lugar con rumbo fijo y entraba, tan solo cinco minutos después del primer destino, a un local del mismo tipo. Este nuevo local, se ubica a 350 metros del primero y el famoso pasó un poco más de setenta minutos en los que se desconoce cuánto dinero habrá gastado hasta regresar a su hogar.