El Rey Felipe y la Reina Letizia siempre han tomado sus propias decisiones. Desde que la corona les pertenece, se han alejado de algunos miembros de la familia para evitar ser perjudicados por situaciones conflictivas.
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Los rumores sobre la mala relación que mantienen el hijo menor del emérito y su esposa con el resto de la familia son varios. Por ejemplo, nadie cree al día de hoy que la carta de despedida del Rey Juan Carlos haya sido escrita por él y se sospecha que simplemente se le obligó a firmar.
Volviendo al pasado, fueron el Rey Felipe y la Reina Letizia quienes cuando todavía eran Príncipes de Asturias decidieron alejarse de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin al ver el millonario estilo de vida que llevaban. El resto de la Familia Real siente que siempre hubo un distanciamiento con los padres de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía.
Desde la revista Lecturas confirman que el clima dentro de esta familia no está para nada bien y que las dos hermanas del Rey Felipe sienten que no se las ha apoyado cuando más lo necesitaban en sus problemas personales. Algo que siempre se habló justamente es que la Reina Letizia se mostró más cercana a Jaime Marichalar cuando la ruptura con la Infanta Elena se hizo pública.
Inició un período conflictivo
Letizia Eyre confirmó que dentro de la Familia Real hay una guerra invisible en la que ya nadie confía en nadie. O mejor dicho, los bandos se separaron y el Rey Felipe quedó solo con la Reina Letizia y sus hijas. Por el otro lado, el pelotón es mucho mayor con los eméritos, las Infantas y todos sus hijos Urdangarin-Borbón y Marichalar-Borbón.
El claro ejemplo de esta distancia entre los tres hermanos es que en el funeral de Constantino de Grecia no hubo consulta alguna de parte de la Infanta Elena o la Infanta Cristina sobre si podían asistir con sus hijos. Obviamente, esto no es algo obligatorio pero sí un acto formal que se venía realizando desde hace años y ya al parecer se ha desgastado, dejando al Rey Felipe y a la Reina Letizia sin voz ni voto con su propia sangre.
Según lo que confesó la experimentada periodista es que las miradas en Atenas fueron evidentes y dejaron claro que no está nada bien la relación en la Familia Real. De ahora en más, el Rey Felipe y la Reina Letizia estarán solos en un camino que aún tienen mucho por recorrer.