Ana María Aldón quiere rehacer su vida luego de la polémica separación del diestro. Por eso ha decidido volver a los platós para trabajar de colaboradora al igual que antes.
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La andaluza no se ha guardado nada y le ha contado todo a Emma García. Ana María Aldón confesó estar oficialmente separada. “Estoy divorciada desde hace diez días”, comenzaba diciendo la expareja de José Ortega Cano. Además, agregó sobre García Pelayo: “Ni siquiera lo sabían mis hermanos, ni mi hija. Yo puedo asegurar que de mi boca no ha salido esa información, ojalá, Paloma, diga quién se lo ha contado”.
Ana María Aldón se llevó una grata sorpresa cuando llegó al juzgado para hacer los trámites de divorcio y no vio ningún reportero esperándola. “Yo aluciné cuando llegué al juzgado y no había prensa. Yo felicito a Paloma García Pelayo por haber descubierto que nos habíamos divorciado, pero lo que me extraña es que haya tardado más de una semana en enterarse, firmamos el divorcio hace ya diez días y nadie, excepto ella, parecía saberlo”, expresó la diseñadora sorprendida.
Por otra parte, la expareja del diestro confesó que nunca ha recibido dinero por dar una información confidencial. “Yo no he ganado nunca dinero vendiendo información a espaldas de nada. Cuando he dado una entrevista la he dado dando la cara. Me han acusado de haber dado información, pero no lo he hecho nunca”, explicó Ana María Aldón.
No quiere hablar acerca de su polémico divorcio
Emma García se ha mostrado muy decepcionada por el proceder de Ana María Aldón sobre su divorcio con los medios de comunicación interesados. “Yo creo que podrías habérnoslo contado, con toda naturalidad; mira Emma, me he divorciado, pero prefiero no hablarlo, y listo”, argumentó la diseñadora.
La colaboradora puede decir que ya está oficialmente separada de José Ortega Cano sin problemas. “No he sentido ni dolor, ni liberación. He sentido que era el último paso que había que dar y ya está”, culminó diciendo Ana María Aldón, que actualmente disfruta de su nueva casa, un chalet que se encuentra en un radio de 20 kilómetros del que fuera su domicilio conyugal y del colegio de su hijo, José María.