Tras unos días alejada de Sálvame, Jorge Javier Vázquez fue hasta la casa de Lydia Lozano para acompañarla en su vuelta al programa. La colaboradora está al límite, luego de su polémica por la información que apuntaba que visitó un local de intercambio de parejas y la traición de Carmen Alcayde, que fue quien la señaló.
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El pasado viernes, la periodista indignada, amenazó con abandonar el plató para no regresar después de la visita de Jimmy Giménez Arnau. "¡Hasta siempre!", decía Lydia Lozano. Sin embargo, pasados unos días, le abría la puerta al presentador, dispuesta a volver.
Nada más al comenzar a hablar, la tertuliana se ha roto a llorar. “Había prometido a todo el mundo que no iba a llorar. He pasado un fin de semana horroroso”, confesó Lydia Lozano, y señaló que todo el mundo opina sobre su situación y le aconsejaron "que deje el trabajo", algo que ella de momento no piensa hacer, ya que cree que todo el mundo tiene problemas, por eso se cogió unos días libres para reponerse. "Me apetece volver a trabajar para darle normalidad a mi vida", reveló.
Eso sí, la comunicadora dejó en claro que siempre fue "muy generosa" con el programa y que suele "remar a favor de obra", aunque reconoció: "Todos los juegos no me los sé y a esto no he sabido jugar".
Todos los juegos no me los sé y a esto no he sabido jugar
Intentando mantenerse fuerte, Lydia Lozano le dedicó unas sentidas palabras a Kiko Matamoros por sus intervenciones, y a Carmen Borrego y Belén Esteban por haber estado todos los días al teléfono pendientes de ella. Está convencida de que ahora es turno de no esconderse, de darle normalidad a la vida y no pasar más por malos rollos.