La semana pasada, unas imágenes de María Teresa Campos publicadas en la portada de la revista Diez Minutos causaron alarma entre sus seguidores. Es que se la veía bastante desmejorada y eso, sumado al ingreso en la Clínica de la Luz a comienzos de mes, preocupó a todos.
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Al parecer, no fue casual que se vieran esas fotos y otra vez el nombre de Carmen Borrego está en medio de una polémica. Aunque esta vez, la hermana de Terelu no está acusada de vender ninguna exclusiva. Recordemos que en todo el rifirrafe mediático armado en torno a quién había informado a la prensa sobre el ingreso de la veterana periodista a la clínica ya se había escuchado su nombre.
La foto de la madre de Carmen y Terelu publicada la semana pasada se tomó en la entrada de la casa de Carmen Borrego y allí se la ve a María Teresa Campos muy delgada y demacrada, apoyándose en su yerno, José Carlos Bernal. Según se ha podido saber, esa caminata desde bajar del coche hasta la entrada de la casa fue totalmente innecesaria y hecha a propósito para que los papparazzi que estaban allí tuvieran la posibilidad de retratar el presente de la periodista.
Carmen Borrego sabía que la prensa estaba haciendo guardia desde el día anterior. Es que se trataba del cumpleaños de treinta de su hija Carmen y había dos imágenes que podían captarse en su portal y que valían oro: la de María Teresa Campos dado los rumores sobre su salud y la de José María, hermano de la cumpleañera e hijo de la dueña de casa, quien no se habla con su madre desde hace meses y hubiera sido un bombazo saber que había habido reconciliación familiar.
El punto es que en el edificio hay parking, entonces, ¿por qué no se evitó el paseíllo de María Teresa Campos al alcance de los fotógrafos? Simple, porque Carmen Borrego quería exhibir lo bien que ella y su marido cuidan a su madre, para lavar un poco su imagen tan desgastada en los últimos tiempos.
"A Carmen Borrego le viene muy bien que se la vea con ellos, del brazo de su marido, como si fueran los que la cuidan normalmente. Aunque para ello se la tenga que ver a ella. Y Teresa no quiere que la vean así” han señalado de forma extraoficial personas cercanas a María Teresa Campos.
Carmen Borrego quería exhibir lo bien que ella y su marido cuidan a su madre
Con Gustavo no hubiese pasado
En los últimos tiempos, María Teresa Campos está recluida en su casa, no recibe visitas y prácticamente no habla con nadie más que sus hijas y algunos pocos, poquísimos amigos. Es que no quiere que se la vea débil y decaída, quiere que todos conserven su imagen de mujer fuerte que tantos años batalló por los primeros puestos de la audiencia. En ese sentido, Gustavo, su chófer, mano derecha y casi hijo, cumple a rajatabla con su voluntad.
Desde el entorno familiar se ha dicho que Gustavo la cuida y protege. "Está a su lado, la lleva y la trae y se ocupa de que esté bien y de que no la fotografíen. De hecho, cuando ingresó en el hospital hace unas semanas tras su caída, nadie pudo captar una imagen de María Teresa".