El próximo 8 de julio se celebrará una de las bodas del año: Tras su reconciliación luego de una sonada infidelidad, se casan Íñigo Onieva y Tamara Falcó. Con muchos rumores con respecto a quiénes participaran por parte de cada familia, parece que la pareja está con los nervios a flor de piel.
La marquesa de Griñón ha visitado el programa El Hormiguero, y se la ha notado bastante exaltada: “En nervios voy ganando yo porque a Íñigo le encanta organizar y lo decide todo, está súper controlador. Coincidimos bastante en lo que decide, pero me fastidia”, decía Tamara Falcó, no muy conforme con el accionar de su futuro esposo.
La hija de Isabel Preysler continuó explicando, un poco enfadada, que Íñigo Onieva tiene el control de casi todo: “Si vamos a montar una página web, él monta una web paralela, se la da a los que nos lo van a hacer y les dice lo que quiere. Yo le digo: ¿Entonces para qué les contratamos? “y luego lanzó: “No ha decidido mi vestido porque no lo ha visto”
No ha decidido mi vestido porque no lo ha visto
Casi al mismo tiempo: El enfado de Íñigo Onieva
Luego de la entrevista de Tamara Falcó, la prensa fue a buscar a Íñigo Onieva, quien reapareció ante las cámaras con una actitud bastante poco amistosa. Si bien es cierto que nunca fue de hacer declaraciones, exceptuando cuando fue infiel, en esta ocasión ha atacado a los medios que esperaban su llegada.
“¡Apaga esa luz, por favor, que es un incordio, está todo el mundo por aquí! ¡Apaga eso que es un coñazo!” decía enfadado. “¿Podéis dejar de molestar? No son horas” se excusaba Íñigo Onieva. Dos enfados que se dieron casi al mismo tiempo y que dejan entrever que la organización del casamiento tiene al empresario y a Tamara Falcó con los pelos de punta.