Irene Urdangarin está a punto de cumplir la mayoría de edad, un tema que ha ocupado infinidad de titulares a causa de un motivo no del todo feliz para la familia: su mayoría de edad marca el fin de un problema legal entre sus padres, que ya no deberán debatir sobre la tenencia de sus hijos.
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Los hermanos de Irene son mayores que ella, de esa manera, todos quedan liberados de la tutela de sus padres y esto significa un problema menos al definir los puntos del polémico acuerdo del divorcio que Iñaki Urdangarin y la Infanta Cristina vienen ensayando en borrador desde hace meses.
Sin embargo, la mayoría de edad de Irene Urdangarin plantea otro problema aún más grave, que propone un nuevo desafío tanto para sus padres como para la Casa Real. Formar parte de la Realeza desde luego que tiene sus beneficios, pero por otro lado coloca a sus miembros en una vidriera de la que es prácticamente imposible escapar.
La Realeza está en una vidriera de la que es prácticamente imposible escapar
El escrutinio público amenaza ahora con observar los próximos pasos de Irene Urdangarin, una joven formada en Suiza, con acceso a la mejor formación académica del mundo. ¿A qué dedicará su vida ahora que tiene la capacidad tanto emocional como legal para decidirlo?
Irene Urdangarin siempre fue una niña discreta y con mucha personalidad. Nunca dudó en viajar a visitar a su padre durante su reclusión en la cárcel de Brieva, durante esas escapadas se alojaba en Zarzuela con su abuela Sofía y nunca necesitó de sus hermanos como compañía.
Irene Urdangarin nunca dudó en viajar a visitar a su padre durante su reclusión en la cárcel de Brieva
Sin embargo, en la ciudad de Madrid nunca tuvo un círculo de amigos consolidado, en parte por los problemas de conocimiento público que debieron enfrentar sus padres. A pesar de haber quedado en más de una oportunidad con niñas con las que compartió colegio en Ginebra, Irene no logró forjar un grupo de amistades, por lo que probablemente su futuro esté más ligado a Suiza que a España.
La hija menor de la familia Urdangarin ya es una bellísima joven de 17 años que alcanzará su mayoría de edad el 5 de junio. Irene no puede dejar de mirarse en el reflejo de su familia y allí aparece la cuestionada imagen de su prima Victoria Federica, algo que preocupa a su familia, porque el exceso de proyección pública nunca fue bien visto por el apellido Bordón.
El exceso de proyección pública nunca fue bien visto por el apellido Bordón
Su padre, agobiado por el desempleo y las limitaciones que sufre su nueva relación amorosa con respecto a sus hijos y el polémico acuerdo de divorcio que aún sigue sin resolverse, parece no querer meterse en el tema y aboga por la felicidad de Irene Urdangarin, más allá de que sus decisiones no sean bien recibidas por su Familia Real.
En medio de esta situación y a meses de pasar a ser una persona legalmente emancipada de sus padres, surge la pregunta que pone en jaque a la realeza española ¿Será Irene Urdangarin la nueva influencer Borbón?