La popularidad de la Reina Letizia es indudable. El pueblo la aprecia tanto como ella a su gente y esto es algo que queda en evidencia en cada una de sus apariciones públicas. Sin dudas, su principal objetivo es mejorar la imagen de su reinado y preparar el país para su hija, por lo que se ha dedicado a actividades benéficas y a organizaciones que no buscan nada a cambio, sino hacer de nuestra tierra un lugar mejor.
Una de estas organizaciones es la FEDER (Federación española de enfermedades raras), que celebró el Día Mundial de las Enfermedades Raras en Santiago de Compostela, donde la Reina consorte de España asistió y ofreció un discurso tan poderoso que hizo que los asistentes se levantaran de sus asientos para aplaudirla.
Durante su intervención, la Reina habló sobre su experiencia con la FEDER y cómo ha sido el aprendizaje de estar cerca de ellos durante 15 años, observando su arduo trabajo con más de 400 entidades para mejorar la vida de aquellas personas afectadas por enfermedades raras.
"Acompañarles en estos 15 años, ver todo lo que han logrado, observar cómo trabajan con sus más de 400 entidades, el camino extenso y difícil que han recorrido y permitirme estar muy cerca de ustedes durante este tiempo ha sido, es y seguirá siendo una alegría, un aprendizaje y una concesión que llena de sentido y utilidad mi labor institucional", declaró la Reina Letizia.
Además, Letizia narró la triste historia del fallecimiento de Marco, un niño con síndrome de Schaaf-Yang, que ella había conocido personalmente. Sus palabras conmovieron a todos los presentes, quienes aplaudieron con entusiasmo, algo que la monarca recibió con modestia.
"Lo conocí el año pasado en León en un día como el de hoy. Marco tenía síndrome de Schaaf-Yang y hace dos meses, su padre, Ricardo, me mandó una carta para decirme que Marco, después de cinco años polimedicado, con severa discapacidad intelectual, alimentado por sonda, con una traqueotomía, con todos los cuidados posibles y todo el amor, murió tranquilo junto a sus padres y sus hermanos. Aquel día de marzo en León, no pude intercambiar ni una palabra con Marco, pero me dio un beso y me miró. Y fue suficiente", recordó emocionada.
Aquel día de marzo en León, no pude intercambiar ni una palabra con Marco, pero me dio un beso y me miró. Y fue suficiente
"Marco no es el primero ni será el último. Cuando no se puede curar, se puede cuidar. Trato humano, recursos, apoyo emocional, información clara y comprensible, escuchar, complicidad en el proceso, atención integral. El profesional que se enfrenta a un enfermo sin posibilidad de curación también necesita saber cómo hacerlo. Hay que seguir dando pasos, debemos continuar juntos en este camino. Y me tenéis siempre a vuestro lado. Gracias", fueron las palabras que hicieron emocionar al público presente.