En mayo pasado, el Rey Juan Carlos vivió uno de sus mejores momentos en los últimos años. Es que no sólo regresó a España tras su ‘autoexilio’ en Abu Dabi, sino que también volvió a capitanear su yate, Bribón, con el que asistió a las regatas de Sanxenxo. Es que esa actividad que tanto le gusta había quedado relegada, como tantas otras cosas, por causa de la pandemia.
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En aquel momento, se especuló que regresaría un mes más tarde para participar en el campeonato del mundo de vela, pero, finalmente, esa visita quedó en suspenso. Es que los días del emérito en España generaron un gran revuelo, y en Zarzuela eso no gustó mucho. De hecho, se sabe que luego del almuerzo que compartió el Rey Juan Carlos con el Rey Felipe y su familia se produjo una fuerte discusión entre padre e hijo por este motivo.
Y si bien parecía que el Rey Juan Carlos no volvería a España por mucho tiempo, desde el funeral de su cuñado Constantino de Grecia se rumorea que el Rey Felipe habría dado el brazo a torcer y permitido un nuevo viaje, aunque con algunas limitaciones. Posiblemente, sea para mayo y nuevamente para participar de la competencia de Sanxenxo.
Pero mientras tanto, el padre del Rey Felipe se dará el gusto de estar presente en las regatas de la isla de Wight, en Reino Unido. Ha trascendido que se ha inscripto en la competencia de 6 metros y que posiblemente le acompañe Simón Fisher, una de las figuras más importantes del mundo de la vela. Es que se trata de un experto en esas aguas británicas y que podría serle de mucha ayuda al Rey Juan Carlos.
El regreso a España
Así como se especuló que el Rey Felipe permitiría el retorno de su padre para pasar las navidades en su país y finalmente no sucedió, también hubo versiones que indicaban que el Rey Juan Carlos estaría en Sanxenxo para dar el pistoletazo de salida a la temporada de regatas en Semana Santa, pero dada esta novedad de la regata de la isla de Wight, posiblemente haya un nuevo retraso en el regreso a su tierra.
Eso sí, el Rey Juan Carlos tiene claro que su nuevo viaje a España, cuando suceda, va a tener que darse en el marco de un perfil mediático más bajo, pues ese fue uno de los principales puntos de la visita de mayo pasado que en la Casa Real se tomaron como negativos. La pregunta es, ¿el emérito podrá cumplir esa ‘condición no escrita’ que le han impuesto desde Zarzuela?