Miércoles 17 de Enero de  2024 // 17:38 hs
MARIO VARGAS LLOSA

¡Lo dijo todo! El plan secreto de Mario Vargas Llosa para continuar con su vida a pleno

El escritor rompió el silencio.

Escrito en ENTRETENIMIENTO el

Mario Vargas Llosa no guarda ningún secreto y se abre a un extenso reportaje para Telva. Allí contó uno de los secretos que lo mantienen en plenitud: realiza un intenso ayuno durante 21 días en la Clínica Buchinger Wilhelmi. En el sitio realiza actividades específicas que le permiten conectarse consigo mismo y experimentar un estado muy particular. 

Esta rutina no es una novedad para el escritor, ya que hace más de 20 años que lo practica. Consiste en una internación dentro de un santuario de lujo y silencio, en donde a Mario Vargas Llosa (y al resto) solo se le permite ingerir líquidos. Según expertos en el tema, los resultados son asombrosos ya que el cuerpo tira de reservas, se libera de residuos metabólicos y, junto a un programa de medicina nutricional, ejercicios y relajación, deja a aquellos que lo experimentan como nuevos.

Mario Vargas Llosa realiza un ayuno particular. (Twitter)

Es por ello que el novelista sigue punto por punto el plan, sin saltearse ningún paso. Pese a estar viviendo a base de té y gimnasias provenientes de Oriente, el Premio Nobel acudió a la entrevista con mucha energía y se mostró predispuesto a responder todas las preguntas al respecto. 

Mario realiza un intenso ayuno durante 21 días

Lo primero que dijo Mario Vargas Llosa fue que el hábito de ayunar fue propuesto por su editora, Carmen Balcells, quien le sugirió esta modalidad: "Juan Marsé y el poeta Jaime Gil de Biedma, dos amigos escritores de Barcelona, donde yo vivía entonces, también habían hecho la cura. Tenía curiosidad por ver cómo era la experiencia. Vine preguntándome si sería capaz de resistirlo".

Mario Vargas Llosa comentó todos los detalles del tratamiento. (Twitter)

Luego, Mario Vargas Llosa brindó los detalles de los momentos posteriores al ayuno y desmintió algunas creencias al respecto del hambre que se acumula: "Es un mito. El ayuno exige sacrificios, pero contrariamente a lo que se piensa, uno ni pasa hambre ni se siente decaído. Se limpia el cuerpo de impurezas. Tiene la virtud de sacar a flote aquello que anda mal, que está dormido, escondido, recóndito. Me ha cambiado la visión de mi propia realidad".

Los detalles del tratamiento de Mario Vargas Llosa

Mario Vargas Llosa comentó particularidades, por ejemplo, de su relación con la comida: "Ayunando he descubierto lo rico que es comer. Nos olvidamos del placer que produce una buena comida porque nos alimentamos de manera preocupada, inconsciente, tensa, con la mente puesta en los problemas y en los desafíos del día. Aquí uno toma distancia con la comida y aprende que puede ser un gran placer administrada con inteligencia".

Mario Vargas Llosa se muestra a gusto con el ayuno de 21 días. (Twitter)

Por último, Mario Vargas Llosa contó una de las verdades del ayuno: "Ayunar disminuye la concentración y afecta algo a la memoria, que no tiene la intensidad y la riqueza habituales, por eso hago un trabajo más ligero, menos creativo, y leo mucho. Llevo una vida agitada, de muchos viajes y compromisos. Por eso las tres semanas que paso aquí, con esta disciplina, no son sólo una cura física, sino psicológica. Nada más cruzar el umbral de la clínica, una serenidad me embarga", cerró.