El pasado 17 de marzo se conoció la noticia del fallecimiento de Laura Valenzuela a sus 92 años. Desde entonces, el mundo del espectáculo, como así también del periodismo, se encuentra seriamente afectado ya que, poco a poco, quienes alguna vez marcaron la agenda y fueron grandes figuras de la pantalla chica están pasando a mejor vida.
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La comunicadora tuvo nada más que una hija, que hoy tiene 51 años, Lara Dibildos, y muchos se preguntan cómo seguirá su vida a partir de ahora, aunque parece que eso no será de mucho problema. La heredera de Laura Valenzuela se encuentra arropada por su expareja quien, a pesar de ya no estar juntos, es uno de sus principales pilares.
Ahora, Lara ya no tiene padres, pero si algunos bienes que están a su nombre y, fundamentalmente posee buenos valores, que le permitirá no olvidarlos. Tanto Laura Valenzuela como José Luis Dilbidos hicieron trabajar sobre las bases a su hija desde un principio, ganándose su lugar por mérito propio y nunca por el apellido. Estos son solo algunos valores que la sevillana le dejó en su hija.
Lara ya no tiene padres, pero si algunos bienes que están a su nombre y, fundamentalmente posee buenos valores
Ahora bien, según Vanitatis, Laura Valenzuela le dejó a su hija Lara dos grandes propiedades que perfectamente podrían ser entendidas como mansiones. Una de ellas está ubicada en nuestra capital, Madrid, y la otra en Marbella. La primera tiene dos plantas y está valuada en tres millones de euros, en la que Laura pasaba mayor parte del tiempo.
Laura Valenzuela le dejó todo a su hija
La segunda mansión es la que Laura Valenzuela utilizaba para disfrutar de su tiempo libre junto a amigos y familiares. También tiene dos plantas, 600 metros cuadrados, cuatro baños, siete habitaciones y muchas otras comodidades. Si bien la lista es incomparable con otras herencias, es de gran atractivo e importancia para mencionarlo.
Laura Valenzuela se encargó, a lo largo de toda su vida, que sus bienes patrimoniales queden en manos de su única hija, quien parece que no tendrá ningún tipo de problema a la hora de ejercer su derecho al usufructo.