En medio de una batalla silenciosa en la Casa Real por la supuesta infidelidad con Rose Hanbury, Kate Middleton y el Príncipe Guillermo, han dejado entrever su secreto para calmar a sus hijos cuando están enojados o molestos. El método que utilizan ha sido famoso en el mundo de la realeza y en el pasado quedó en claro cuál es.
Durante el jubileo de la Reina Isabel II, el comportamiento del hijo menor de la pareja, el Príncipe Louis, se volvió viral en las redes sociales. A pesar de la paciencia que tuvo la Duquesa de Cambridge en ese momento, las críticas de la prensa y el público no se hicieron desear. Pero lo que muchos no saben es que la pareja tiene un manual para lidiar con estos problemas de comportamiento.
El primer truco que utiliza tanto Kate Middleton como el Príncipe de Gales es la prohibición de gritar en su casa. Les enseñan a sus hijos a hablarse con respeto, incluso en situaciones de conflicto. Al hablar tranquilamente, los niños pueden explicar lo que les está molestando y así encontrar una solución.
"Chat sofá" es la otra técnica que utilizan Kate Middleton y el Príncipe Guillermo. Se basa en el diálogo y no en el castigo. En lugar de castigar a sus hijos, hablan con ellos para entender lo que está sucediendo y encontrar una solución juntos. Se trata de una técnica que ha sido muy efectiva para resolver altercados públicos de la familia real.
"Chat sofá" es la otra técnica que utilizan Kate Middleton y el Príncipe Guillermo
Una mirada siempre pensando en el futuro
La implicación en la vida de sus hijos es otro de los trucos que utilizan los duques de Cambridge. Kate Middleton y el Príncipe Guillermo saben que sus hijos están sometidos a constantes comparaciones en la corona y la opinión pública, por lo que buscan que se sientan queridos e importantes sin importar el rango que tengan en cualquier momento de sus vidas.
El éxito de estos trucos de crianza ha sido evidente en el comportamiento de los hijos de los duques de Cambridge en público. Si bien no siempre es fácil controlar el comportamiento de los niños, Kate Middleton y el Príncipe Guillermo han demostrado que su método funciona.