Se sabe que las diferentes monarquías del mundo se mueven con estrictos protocolos y que cada acto oficial, especialmente uno tan importante como es la coronación, tiene sus reglas. Por otra parte, hasta ahora, la figura de 'Rey emérito' no es demasiado común, por lo que muchas veces se generan problemas con esos protocolos. Es lo que está sucediendo con el Rey Juan Carlos.
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En Reino Unido, los encargados de la ceremonia de la coronación del Rey Carlos han tenido un verdadero quebradero de cabeza debido a si correspondía invitar al exiliado y a la Reina Sofía. Al parecer, finalmente se decantaron por no hacerlo, lo que por un lado ‘tranquilizó’ al Rey Felipe y a la Reina Letizia, y no le gustó nada al Rey Juan Carlos.
Cierto es que los eméritos sí fueron invitados al funeral de la Reina Isabel, pero en ese caso si hubo invitaciones para quienes en su momento fueron jefes de Estado, pero habían abdicado. Por eso también se pudo ver a la Reina Beatriz de los Países Bajos. En esta ocasión, según ha informado la Casa Real, la representación de España en la coronación del hijo de la Reina Isabel estará dada por el Rey Felipe y la Reina Letizia.
El verdadero motivo
Es que las invitaciones cursadas por el Palacio de Buckingham para tan protocolar acto fueron a jefes de Estado, consortes y mandatarios de los países que conforman la Mancomunidad de Naciones (la Commonwealth). Y claramente el Rey Juan Carlos no cumple esas condiciones.
Los eméritos sí fueron invitados al funeral de la Reina Isabel
Y si bien el emérito ha querido que públicamente se diga que fue él quien se excusó para no asistir a la ceremonia, la realidad parece indicar lo contrario. Incluso ahora se podría entender mejor el sentido del almuerzo privado que mantendrá con el Rey Carlos previo a su regreso a España dentro de unos días. Es que ha querido de alguna manera ‘compensar’ al Rey Juan Carlos por esta situación.