Los últimos años no han sido para nada fáciles para Gloria Camila. La joven ha tenido que atravesar varios problemas y por eso cada vez intenta concentrarse en sentirse mejor consigo misma.
Sin lugar a dudas, el 2022 fue uno de los años más difíciles para la hija de José Ortega Cano. Uno de los principales problemas que la afectaron fuertemente fue todo lo que Rocío Carrasco reveló sobre la relación con su madre.
A su vez, el problema mayor que le tocó atravesar a la influencer fue todo lo que ocurrió con Ana María Aldón. La fashionista la acusó directamente de ser la culpable de que su relación con el diestro no haya funcionado.
Más allá de todos estos golpes, Gloria Camila intentó seguir siendo una figura pública, sin embargo, llegado a fin del 2022, la presión la superó y desde ese día decidió no estar más en los medios tradicionales.
Desde ese momento, la extertuliana está muy activa en las redes sociales. Además, por cuestiones laborales, también la hemos visto asistiendo a diversos eventos, donde muy pocas veces habla con la prensa.
En este contexto, durante esta semana, Gloria Camila asistió al evento de bebidas llamado G’Vine. A pesar de que la joven estuvo acompañada por Rocío Flores, lo que llamó la atención fue un cambio estético particular.
Los que miraron a los ojos de Gloria Camila se dieron cuenta de que había cambiado su tonalidad. Antes eran de color marrón oscuro y ahora estaban más cerca de ser un tono miel, todo esto debido a una intervención estética.
Los que miraron a los ojos de Gloria se dieron cuenta de que habían cambiado su tonalidad
Aunque muchos profesionales de la salud no recomiendan este retoque estético, lo cierto es que se puede hacer. Supuestamente, según Diez Minutos, Gloria Camila habría gastado 7500 euros para lograr esto.
Los riesgos de la operación
Desde el medio anteriormente mencionado se comunicaron con una clínica especializada en visión, quienes advirtieron que el tratamiento al que se sometió Gloria Camila puede traerle serias complicaciones.
“El pigmento que se retira no desaparece ni se desintegra, sino que se acumula en la malla a través de la cual se filtra el fluido transparente y acuoso que ocupa la cámara anterior del ojo, lo que puede provocar un aumento de la presión intraocular y un glaucoma secundario que puede llegar a daño irreversible en el nervio óptico y conducir a la ceguera”, afirmaron.