Marta Riesco viene atravesando una temporada muy particular. Las malas noticias han sido moneda corriente en su vida, pero de a poco la comunicadora intenta salir del pozo en el que ha entrado desde hace unos meses.
La reportera se volvió muy mediática desde que empezó a salir con Antonio David Flores. Esto le causó muchos problemas con su trabajo y, luego de varios conflictos, desde Mediaset decidieron rescindirle el contrato.
Este fue un golpe muy duro para la influencer, ya que le dolió la forma en que se dio su despido. Igualmente, cuando se estaba levantando de este problema, una nueva herida se abrió en su cuerpo.
Luego de más de un año de relación y, en medio de una situación muy extraña que no se ha terminado de aclarar, Marta Riesco comunicó públicamente que su relación con Antonio David Flores había concluido.
Los primeros días luego de la ruptura fueron muy duros para la reportera. Ella no podía entender por qué le estaba pasando todo esto, pero decidió volver a levantarse y seguir buscando la felicidad en otro lado.
Desde que Antonio David Flores y Marta Riesco se separaron, mucho se ha hablado de ellos. A la periodista se la ha visto muy activa en las redes sociales, publicando constantemente fotos e historias.
Ante esto, hace unos días sorprendió a todos al mostrar que su mayor compañía en estos momentos duros era un elemento de su vivienda: “Y ahí está mi lámpara. Desquebrajada. Ha aguantado tormentas, tempestades, tsunamis. Se ha quedado temporadas sola, a oscuras, sin nadie que la encendiera”.
Se ha quedado temporadas sola, a oscuras, sin nadie que la encendiera
Además, Marta Riesco agregó: “Pero aquí sigue, desde el primer día que me mudé de casa de mis padres. Fue mi primera compra en este piso. Y a pesar de todo el camino recorrido y soportado, su luz no ha conseguido apagarla nada ni nadie”.
Marta Riesco y su nueva forma de vida
En la última semana, Marta Riesco expresó en sus redes sociales que comenzó la “Operación Buenorra”, que consiste en una serie de entrenamientos para ponerse más linda y comenzar a vivir su vida plenamente.
“¿Creéis que aguantaré hasta el final o me rendiré? Que conste que no he hecho deporte en mi vida adulta (ni adolescente) y qué amo comer, sobre todo las cosas ricas que no deberíamos. Pero empieza el cambio mental y corporal”, afirmó Marta Riesco.