¿Es posible adelgazar al reducir la ingesta de alimentos? Esta pregunta plantea un panorama complejo que se disparó a raíz del caso Tamara Falcó. Según el Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido, evitar comidas no es una táctica aconsejable.
Si el objetivo es perder peso y mantenerlo, es crucial disminuir la cantidad de calorías que se consumen y aumentar la actividad física. Sin embargo, abstenerse de comer por completo puede ocasionar fatiga y deficiencias nutricionales.
Además, en casos de dietas restrictivas como la que se propone hacer Tamara Falcó, existe una mayor probabilidad de recurrir a alimentos ricos en grasas y azúcares, lo que puede provocar un aumento de peso. De hecho, omitir la cena puede desencadenar episodios de hambre voraz durante la noche.
En tales circunstancias, es común optar por alimentos con elevados niveles de azúcar y grasas. El primer paso hacia una pérdida de peso saludable es buscar la orientación de un profesional capacitado. La coach Natalia Calvet señala que a menudo nos damos cuenta de que no estamos consumiendo la cantidad adecuada de nutrientes, especialmente proteínas y vegetales, en el desayuno.
Por otro lado, la médica y nutricionista Nuria Monfulleda del centro Loveyourself en Barcelona sostiene que mantener un peso saludable no depende de cenar o no cenar, sino de ingerir la cantidad correcta de calorías a lo largo del día. Según ella, es preferible cenar para evitar el exceso de hambre al día siguiente y el consumo de alimentos más densos. Un consejo que Tamara Falcó debería atender.
No obstante, existen investigaciones que ofrecen una perspectiva distinta. Por ejemplo, un estudio llevado a cabo por investigadores de Harvard evaluó a 16 personas con obesidad o sobrepeso, a quienes se les asignaron dos horarios de comida diferentes, manteniendo las dietas idénticas.
Algunos individuos comieron dos horas y media antes de acostarse, mientras que otros lo hicieron seis horas y media antes. Durante el estudio, se midieron las hormonas reguladoras del apetito, la temperatura corporal, el gasto calórico y las células adiposas de los participantes. Los resultados revelaron que comer más tarde aumentó el apetito, redujo la quema de calorías y estimuló el almacenamiento de grasa.
Los resultados revelaron que comer más tarde aumentó el apetito, redujo la quema de calorías y estimuló el almacenamiento de grasa
Basado en su experiencia, el Dr. Anthony L. Komaroff, editor jefe de Harvard Health Letter, recomienda optar por desayunos y almuerzos sustanciosos, junto con opciones saludables de merienda durante el resto del día, limitándolas hasta las seis de la tarde como máximo.
Consejos para regular el nivel de hambre
Hay una serie de consejos básicos que no sólo te ayudarán a mantener un equilibrio en el apetito, sino que también mejorarán tu salud a nivel global y evitarán medidas extremas como la de Tamara Falcó. Toma buena nota de ellos:
- Duerme bien
Debes tratar de dormir unas ocho horas al día, no hay forma mejor de equilibrar nuestro organismo que durmiendo de forma reparadora. El motivo por el que es capaz de equilibrar nuestro apetito es porque por la noche se aumenta la grelina, que es la conocida "hormona del hambre", mientras que se disminuye otra hormona llamada leptina, que nos hace sentir la saciedad.
- Come siempre a la misma hora
El hecho de comer siempre a la misma hora, hace que nuestro cuerpo se acostumbre a recibir alimentos a ciertas horas, de forma que se equilibra también el apetito.
- Evita una vida sedentaria
El sedentarismo hace que aumenten nuestros deseos de comer. Para ello establece un par de horas al día para dar un paseo o salir a hacer algo de ejercicio.