Las plantas se han caracterizado por tener vibraciones. De hecho, la magia tradicional las utiliza a través de sus ramas, flores y hojas secas para manifestar lo que anhelamos o necesitamos. Incluso, se pueden quemar, cocinar, preparar velas, extraer esencias, entre tantos otros usos posibles. Uno de los más populares es su capacidad para quitar las malas energías del hogar.
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Es que se sabe que colocar plantas en el interior de nuestra casa resulta fundamental para erradicar las malas energías y, de esta manera, armonizar cada ambiente. Por eso, a continuación te revelamos cuatro ejemplares clave que contribuyen al equilibrio energético del espacio que habitamos.
Incienso
Se trata de uno de los vegetales más misteriosos de acuerdo con la mirada de brujas y magos. Los inciensos son utilizados para limpiar ambientes, meditar y realizar diversos hechizos y rituales. Existe un dato que asegura que si quemas unas hojas de la planta un lunes que coincida con la luna menguante, ese lugar quedará limpio y protegido de las malas energías.
Colocar plantas en el interior de nuestra casa resulta fundamental para erradicar las malas energías
Romero
El romero es una planta fácilmente reconocible por su aroma y también es de fácil acceso. De hecho, casi siempre aparece entre las hierbas aromáticas que tenemos en la cocina. Gracias a las propiedades de su fragancia, tiene la capacidad de purificar el aire del ambiente quitando las malas energías del lugar.
Salvia
Esta planta es la hierba predilecta de los oráculos y el amuleto preferido de los estudiantes. Para limpiar la mala energía de tus ambientes, sólo tienes que quemar un puñado para activar el poder protector que emerge de su humo. Además, si se le agrega un puñado de laurel y romero, el hechizo se potencia.
Perejil
Al margen de ser útil para condimentar y aromatizar platos, el perejil es ideal para protegerte de las críticas y de la envidia que generan malas energías en tu hogar. A su vez, la vibración de esta planta promueve la armonía y favorece las relaciones sociales, tanto las amistosas como las laborales.